“Acercamiento a la etnobotánica de la Raya
del río Duero y sus afluentes”
La utilización de las plantas por parte de los seres humanos está directamente ligada a nuestra historia como especie.
La etnobotánica, etimológicamente se refiere a las plantas útiles, del griego “botanon” y a las gentes o los pueblos, del griego “etnos”. Se trata por tanto de una disciplina que relaciona las plantas y la gente. Ciertamente lo que hace es estudiar las relaciones entre las plantas y la gente. Por un sesgo metodológico y conceptual, desde su origen, la etnobotánica se ha centrado en los pueblos indígenas, las sociedades iletradas (carentes de escritura) o los pueblos prehistóricos. Sin embargo se ha demostrado repetidas veces que el conocimiento y práctica popular referente a las plantas puede ser también investigado en las sociedades más complejas.
En un territorio marcado y condicionado por los cursos fluviales como es el caso del área de las Arribes del Duero, espacio de actuación del proyecto, queremos unir los saberes tradicionales de los usos y costumbres de las plantas asociadas a los ríos. Plantas que debido a la dependencia cada vez más de bienes y servicios cada vez más lejanos, y por el abandono gradual del medio rural se están comenzando a olvidar o caer en el desuso.
Es por esto que la Asociación Juvenil de las Arribes del Duero pretende que esta tendencia cambie, fomentando el estudio de las plantas asociadas a las riberas y su relación con nuestro patrimonio cultural, apoyándose en dos valores fundamentales en nuestra sociedad que no están tan considerados como se merecen: los mayores, representantes de un legado cultural incuestionables, y los voluntarios, que gracias a su compromiso y trabajo cooperan para sacar este proyecto adelante.
Proponemos un proyecto que prime la participación de voluntarios locales en su desarrollo, los cuales llevaran a cabo actuaciones de información, sensibilización y custodia de nuestro territorio, actividades de diagnóstico y evaluación del estado de nuestros ríos y su relación con el ser humano, actividades de restauración del patrimonio cultural y de fomento del uso público.
La tierra arribeña ha usado los cauces como lugares de abrevadero del ganado, de cultivo por su fertilidad, ha utilizado sus plantas en la confección de diversos objetos, medicinas, etc. Una cultura que desde hace ya varias décadas está condenada al desuso, abandona y a una amnesia colectiva. Pretendemos con este proyecto que la población local vuelva a tener a los cauces, río y riberas en la consideración que estos espacios merecen, acercándolos a los cursos de los ríos, conociendo los recursos que estos guardan. De alguna manera se trata de rescatar y recuperar una cultura fluvial que cada día que pasa se pierde un poco más.
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